El cuidado diario de la piel es un ritual que hay que tener siempre presente. La piel deshidratada se caracteriza por una pérdida de luminosidad, elasticidad y una sensación de tirantez más o menos intensa.
Para atender sus necesidades especiales, debes utilizar productos que hidraten y suavicen en profundidad.
Gracias al extracto de germen de trigo y de avena, mejorará el estado de tu piel, aportándole suavidad y flexibilidad, al tiempo que aumenta su resistencia a los factores externos.
El extracto de jazmín, que evita la pérdida de agua y nutre e hidrata las capas más profundas de la piel, se encarga de calmar las irritaciones, aportar hidratación adicional y sellar la barrera lipídica de la epidermis.




















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